miércoles, 18 de diciembre de 2019

TEQBALL O FUT-TOC

El pasado verano tuvimos la oportunidad de experimentar un nuevo deporte llamado Teqball, también conocido como Fut-Toc o Ping Pong Soccer. Y es que en las instalaciones del Betis Camp nos encontramos con una mesa de ping pong de exterior, dura, con suficiente espacio alrededor como para poder practicar este bonito deporte mezcla del clásico tenis de mesa y fútbol.


Pues eso, el Teqball es un deporte de pelota que se parece al ping pong, pero que se juega en una mesa curva con una pelota similar al balón de fútbol. Los jugadores pueden golpear la pelota con cualquier parte del cuerpo, excepto las manos, claro, y hay tanto modalidad individual como en parejas, donde el golpeo es alterno dentro de un mismo equipo. El juego atrajo a una cantidad de futbolistas de clase mundial, y después de ser incluido en los Juegos Africanos de Playa, el deporte ahora apunta a la inclusión olímpica.




Existe otra modalidad similar llamada Fut-Toc, donde las reglas son parecidas pero el tablero es plano y tiene forma elíptica. Aquí se pueden dar hasta 3 toques cada pareja antes de golpear el balón al campo contrario y se puede incluso subir a la mesa.



Nosotros apostamos por el Teqball Callejero, es decir, podemos practicar esta nueva modalidad deportiva sin costes elevados, adaptada a una mesa tradicional de ping pong de exterior, donde el jugador se puede apoyar en la mesa (dada la imposibilidad de llegar a una dejada cerca de la red, por las dimensiones) y hay un máximo de 2 toques por jugador, sin pases. Los entrenadores Juan Parra, Álvaro César, Javi López e Ismael Carrasco lo fomentaron en el pasado Betis Camp del verano de 2019, desarrollando gestos técnicos como el control, el golpeo de precisión y el cabeceo entre sus futbolistas. Haciendo click en la foto de abajo, podréis comprobar lo divertido que puede llegar a ser. Let's practice!

miércoles, 31 de julio de 2019

FIN A LA TEMPORADA 2018/19


Recientemente este míster ha guardado los balones, petos y conos por un tiempo, dando por terminada esta temporada tan larga como fructífera. Larga porque la pasión encuentra los caminos para engañar a la razón y me embarco en todas las oportunidades que aparecen para seguir conectado de alguna forma al escudo de las trece barras. Y fructífera porque el segundo año debe ser siempre mejor que el primero, y los chicos que me tocó guiar en su aprendizaje, asimilaron la idea de fútbol que tengo y los resultados no tardaron en llegar. Pero vamos poco a poco.


El curso comenzó con 11 valientes que, por primera vez, habían apostado por nuestra escuela en su formación deportiva, cada uno con su historia particular y sin conocerse entre ellos. Tenían 8 y 9 años, categoría benjamín, y después de pocos entrenamientos vimos que teníamos mimbres para disfrutar este año... y vaya si disfrutamos. Los chicos se divirtieron cada vez que se calzaron las botas, mejorando sus prestaciones técnicas y aprendiendo rápidamente los conceptos tácticos trabajados. No faltaron llantos, lesiones, virus y días de lluvia, rivales que nada tuvieron que hacer ante la buena predisposición de sus familias y su hambre de fútbol. Deportivamente terminamos en un meritorio tercer lugar, después de competir con escuelas que llevaban años juntos, mostrando un alto nivel de juego colectivo en muchos de los encuentros, como se puede comprobar si vemos un vídeo resumen haciendo click aquí.


  




Al mismo tiempo, los cambios en la Escuela del Real Betis nos trajeron a un nuevo director, Gabriel Calderón, hijo del célebre delantero argentino de los años 80 con el que tanto disfruté desde gol sur. Pues bien, además de las mejoras en metodología e imagen, planificó diversas jornadas de formación en la ciudad deportiva, que nos acercaron a los profesionales del club y nos enriquecieron en campos como nutrición, primeros auxilios y preparación física.






Como empezaba esta entrada, tuve la oportunidad de seguir vinculado al club en periodo vacacional, formando parte de la plantilla de entrenadores que fueron a Lepe y Umbrete en el mes de julio. Fue mi segundo Campus de Verano, pero disfruté tanto o más que el primero. Este año se aumentaron los entrenamientos y la mayoría de actividades complementarias tuvieron el fútbol y el Betis como eje vertebrador, teniendo una gran aceptación por parte de los participantes y sus familias.


  

  

 

Y como aún no estaba saciado de beticismo, también disfuté de otra actividad que une las 3 patas de nuestro proyecto: fútbol, diversión y Betis, como son las Escuelas de Verano en las instalaciones de SupraAljarafe en Umbrete. Fueron 2 semanas que aplicamos la nueva metodología de campus o clinics deportivos y donde conocimos a muchos "locos de la cabeza" provenientes de lugares tan dispares como Francia, Nueva York, Algeciras o Extremadura. En definitiva y como empecé este artículo, un año largo y fructífero.



viernes, 11 de enero de 2019

CAMPUS DEL REAL BETIS BALOMPIÉ - HACIENDO BETIS

Los campus deportivos son actividades grupales intensas, específicas, con un horario condensado, que se llevan a cabo durante un corto espacio de tiempo, normalmente en periodos de vacaciones escolares. Si concretamos en los campus de fútbol, el programa gira en torno a una serie de entrenamientos, que buscan la mejora del rendimiento de los futbolistas, empezando de manera global, para ir pasando a un trabajo individualizado, según las características de los jugadores inscritos y los datos recogidos de la evaluación inicial al principio del campus.


Pues bien, en este contexto he tenido la suerte de formar parte del equipo de técnicos elegidos  por la fundación del Real Betis, para la  los 2 últimos campus organizados, uno en verano y otro más reciente en navidad, contribuyendo así a la formación de estos chavales que, en su tiempo libre, apostaron por mejorar sus capacidades y destrezas futbolísticas a través de nuestra entidad. Aún teniendo aspectos en común, fueron muy diferentes, como veremos a continuación.



Empezamos por el Campus de Verano. Como su nombre indica, se trata de un campus organizado en el periodo de vacaciones más largo, donde se establece una convivencia total durante una semana, por lo que además del tiempo dedicado a los entrenamientos, el programa contiene una planificación completa que incluye comidas, descanso, dinámicas de grupo, excursiones, veladas nocturnas... tal y como dice la web oficial "La Fundación Real Betis Balompié pone a su disposición el Campus de Verano. ¿Qué ofrecemos? Calidad, personal altamente cualificado, educación en valores a través del deporte, disfrutar con la equipación oficial de tu equipo [...] ¿Para qué? Para mejorar significativamente en el conocimiento y la práctica del Fútbol, y por supuesto disfrutar con otras actividades lúdicas". Este campus se lleva a cabo en la localidad onubense de Lepe, entre las instalaciones de Waingunga, donde duermen, comen y descansan, y el polideportivo municipal, donde se centran las sesiones del deporte rey en nuestro país.








Por otro lado, el Campus de Navidad es, como dijimos anteriormente, diferente en cuanto al concepto y desarrollo. Se trata más de un campus de tecnificación de fútbol intensivo, pues se agrupa en sólo 3 días y no suelen pernoctar los participantes. El Real Betis organizó 2 campus estas navidades, uno en la propia ciudad deportiva y otro en colaboración con otro club centenario, el Algeciras CF, donde participé junto a otros 2 técnicos compañeros de la fundación. Citando igualmente información oficial de la web, "La Fundación Real Betis Balompié organiza su I CAMPUS DE NAVIDAD en Algeciras para la enseñanza del fútbol de alto nivel a través de la metodología de formación de la cantera y con sus propios entrenadores. [...]. El enfoque de este campus, se apoya en los pilares básicos de todos los proyectos del REAL BETIS BALOMPIÉ en colaboración con su Fundación: Calidad, personal altamente cualificado, y educación en valores a través del deporte sin olvidarnos de la diversión". 







En definitiva, fútbol, educación y beticismo en un ambiente lúdico al igual que exigente, pues ofrecemos entrenamientos de calidad, sacando el máximo partido de cada niño, ya que su familia ha decidido confiarnos su hijo en busca de una mejora tanto física como social. Y todo esto dentro de un ambiente en verdiblanco, donde la historia del club, su escudo e himnos, sus peñas, jugadores leyendas, actuales, canteranos... impregnan todos y cada uno de los momentos educativos de cada campus. Así que sigamos, como empecé la entrada, haciendo Betis...