miércoles, 31 de julio de 2019

FIN A LA TEMPORADA 2018/19


Recientemente este míster ha guardado los balones, petos y conos por un tiempo, dando por terminada esta temporada tan larga como fructífera. Larga porque la pasión encuentra los caminos para engañar a la razón y me embarco en todas las oportunidades que aparecen para seguir conectado de alguna forma al escudo de las trece barras. Y fructífera porque el segundo año debe ser siempre mejor que el primero, y los chicos que me tocó guiar en su aprendizaje, asimilaron la idea de fútbol que tengo y los resultados no tardaron en llegar. Pero vamos poco a poco.


El curso comenzó con 11 valientes que, por primera vez, habían apostado por nuestra escuela en su formación deportiva, cada uno con su historia particular y sin conocerse entre ellos. Tenían 8 y 9 años, categoría benjamín, y después de pocos entrenamientos vimos que teníamos mimbres para disfrutar este año... y vaya si disfrutamos. Los chicos se divirtieron cada vez que se calzaron las botas, mejorando sus prestaciones técnicas y aprendiendo rápidamente los conceptos tácticos trabajados. No faltaron llantos, lesiones, virus y días de lluvia, rivales que nada tuvieron que hacer ante la buena predisposición de sus familias y su hambre de fútbol. Deportivamente terminamos en un meritorio tercer lugar, después de competir con escuelas que llevaban años juntos, mostrando un alto nivel de juego colectivo en muchos de los encuentros, como se puede comprobar si vemos un vídeo resumen haciendo click aquí.


  




Al mismo tiempo, los cambios en la Escuela del Real Betis nos trajeron a un nuevo director, Gabriel Calderón, hijo del célebre delantero argentino de los años 80 con el que tanto disfruté desde gol sur. Pues bien, además de las mejoras en metodología e imagen, planificó diversas jornadas de formación en la ciudad deportiva, que nos acercaron a los profesionales del club y nos enriquecieron en campos como nutrición, primeros auxilios y preparación física.






Como empezaba esta entrada, tuve la oportunidad de seguir vinculado al club en periodo vacacional, formando parte de la plantilla de entrenadores que fueron a Lepe y Umbrete en el mes de julio. Fue mi segundo Campus de Verano, pero disfruté tanto o más que el primero. Este año se aumentaron los entrenamientos y la mayoría de actividades complementarias tuvieron el fútbol y el Betis como eje vertebrador, teniendo una gran aceptación por parte de los participantes y sus familias.


  

  

 

Y como aún no estaba saciado de beticismo, también disfuté de otra actividad que une las 3 patas de nuestro proyecto: fútbol, diversión y Betis, como son las Escuelas de Verano en las instalaciones de SupraAljarafe en Umbrete. Fueron 2 semanas que aplicamos la nueva metodología de campus o clinics deportivos y donde conocimos a muchos "locos de la cabeza" provenientes de lugares tan dispares como Francia, Nueva York, Algeciras o Extremadura. En definitiva y como empecé este artículo, un año largo y fructífero.