miércoles, 20 de enero de 2016

FÚTBOL SALA

Aún sin ser un gran jugador de fútbol sala o futbito, dada mis características ganaba en terrenos grandes, no cabe duda de que lo practiqué en numerosas ocasiones, a pesar de tenerlo específicamente prohibido en la casi totalidad de reglamentos internos de los clubes a los que pertenecí.

Era inevitable. Sin quererlo, te veías envuelto en equipos que se formaban alrededor y no venía mal para aumentar el ego personal en los grupos de colegios, institutos e incluso en la universidad. Por otro lado, ese vacío jurídico que se producía en verano, me permitía enrolarme en pequeños torneos o competiciones, donde coincidía con otros futbolistas que pasaban por allí... Desde el Colo-Colo de Gines hasta el Chiringuito Chari o el Dínamo 02 de Castilleja de la Cuesta, pasando por esos equipos internos en las diferentes etapas de mi formación académica.

Asimismo, es bueno recordar que mis inicios como docente fueron entrenando a chavales adscritos a este deporte, por lo que siempre he estado relacionado con una modalidad del fútbol mucho menos exigente en lo físico y con más participación con el balón.


 


JD BORMUJOS

Llegamos al final de mi carrera futbolística. Habiendo disfrutado del fútbol en mi casa, Castilleja, en categorías superiores, en pueblos tan diversos... en mayo del año 2000 y mientras jugaba en el CMD San Juan por segunda vez, me hicieron una oferta interesante que casaba con mi formación, experiencia e intereses personales. Mi amigo, compadre y director deportivo del Ayuntamiento de Bormujos, Antonio Aguilera, organizó una entrevista con la directiva del JD Bormujos, que estaba buscando un nuevo secretario técnico que le diera un giro a la situación del club, apunto de descender a la 2ª regional. Eso implicaba que debía renunciar a continuar compitiendo a un alto nivel, pues no iba a comandar un proyecto deportivo en un club e irme después a entrenar a otro diferente, por lo que decidí aceptar este reto y convertirme en un director-jugador a mis escasos 27 años.

El equipo terminó descendiendo esa temporada, así que empezamos este interesante proyecto desde abajo del todo. Era un director deportivo-coordinador que gestionaba todo lo relacionado con el fútbol en Bormujos. Contrataba entrenadores y jugadores para la primera plantilla, buscaba apoyo económico, gestionaba la cantera y la escuela de fútbol, y administraba el resto de aspectos como prepuesto, material, equipaciones, viajes... Pero al llegar las 20:30h, me ponía las botas y me convertía en un miembro más de esa plantilla que buscaría hacerse notar en la provincia.































Fueron 5 temporadas en las que la JD Bormujos fue un ejemplo para muchos otros clubes. Traté de aplicar todo lo que había aprendido y abusé de amistades para modernizar las estructuras del club, aún contando con la gente del pueblo que verdaderamente estaba dispuesta a implicarse. El equipo consiguió dos campeonatos, en los 2 primeros años, 2ª y 1ª Regional y se plantó en la regional preferente al tercer año, terminando en una más que aceptable 7ª posición, todo ello de la mano de Javi Hijón, que me lo traje de mi anterior etapa en San Juan. En ese momento hubo un cambio político en un pueblo cuyo equipo dependía casi exclusivamente del Ayuntamiento, por lo que cambiaron las condiciones y la plantilla emigró casi en su totalidad, lo que nos hizo sufrir mucho para mantener la categoría ese 4º año con Márquez Palau de entrenador. La 5ª temporada seguíamos en preferente cuando se produce otro giro político en el Ayuntamiento que vuelve a modificarlo todo y decido apartarme del camino. Nunca pensé que dos semanas después de dedicarle un gol a mi recién nacido hijo David, iba a "tener" que colgar las botas...









































Como coordinador de cantera también logramos que los niños y niñas de Bormujos quisieran practicar su deporte en el equipo del pueblo, modificando hábitos, equipándolos y haciéndolos más competitivos... Además de incluir figuras como entrenador de porteros, ojeador, masajista... uno de mis principales objetivos se cumplió la segunda temporada cuando logramos el campeonato de 2ª regional juvenil y ascendimos a 1ª, pues todo equipo que se precie debe tener un juvenil de calidad.














En fin, una etapa interesante donde terminé conociendo un club, aunque pequeño, desde todos los puntos de vista posibles, y donde dejé en un segundo plano mi faceta de jugador, pues la marcha global de la institución ocupaba mi atención. No obstante, colaboré con mi sello, los goles, a los logros del primer equipo, pero esta vez como subalterno de Álvaro Villarán, que se convirtió en el pichichi del equipo. Destacar asimismo a otros grandes futbolistas que se vistieron de negroyblanco en esas temporadas como son Escaño, Paco Mallego, Pablo Moreno, Chinchilla, Luisma, Rincón, Oliver, Lara, Jose, Rauli, Selu, Borja, Julio, Achucarro, David, Pedro Jaén, Oviedo, Israel...

En la actualidad soy fan de uno de los equipos a los que castigué en numerosas ocasiones como jugador, la JD Gines, debido a que tengo a mis enanos vestidos de amarillo los fines de semana. De igual modo y como un aficionado más, echo mis ratitos jugando a este deporte nuevo para nosotros como es el Fútbol 7, defendiendo los colores de "Los Galácticos", de mi amigo Carmona.



lunes, 18 de enero de 2016

LOS PALACIOS

El experimentado Carrasco había vuelto a demostrar que la Regional Preferente era su categoría, consiguiendo una media de entre 25 y 30 goles en los tres años que compitió, pero tenía la espinita clavada de no haber podido consagrarse en la Tercera División. En ese contexto, decidió apostar por un club que se había interesado en ficharle en numerosas ocasiones y por un entrenador, Paco Marín, que también venía siguiéndole varias campañas.

El año fue malo. Puse todo mi esfuerzo en adaptarme al ritmo y físicamente me encontré mejor que nunca, con entrenamientos físicos exigentes de mañana en el parque de los Príncipes y técnico-tácticos de tarde en los Palacios. Pero quizás otra vez me encontré con un míster que me dio muy pocas oportunidades y con una de las mejores delanteras de la categoría, Copado, Israel, Carly de nuevo y Zafra, pues el objetivo era el ascenso a Segunda B. Con un par de goles en mi haber hice las maletas en diciembre, siendo la primera vez que Carrasco estaba en el mercado invernal y escogí la opción del CMD San Juan para terminar la temporada dignamente.

Otra vez debo destacar la cantidad de grandes compañeros que conocí, muchos de los cuáles los había tenido en frente con anterioridad. Además de los delanteros antes mencionados, compartí vestuario, entrenamientos, salidas nocturnas... con mi gran amigo Juanma León, Ivi, David de Dios, Chesco, Caro, Isidoro, Borja, Chema, Pérez, Arroyo...



viernes, 15 de enero de 2016

ATLÉTICO ANTONIANO

Llevaba unos años de experiencia en esto de fútbol y varios de ellos cambiando de equipo anualmente, cuando me surgió la posibilidad de jugar en Lebrija, en el Atlético Antoniano, un club de tradición futbolera, un pueblo lejano de la capital, donde se vive el fútbol intensamente y donde afrontaba su primera temporada en la Regional Preferente después de haberse separado de la Balompédica Lebrijana en lo que era el Lebrija CD.



















El "coche" de foráneos del Atco. Antoniano estaba compuesto por mi compañero en el Tomares Mimi y uno de mis mejores amigos, el portero de Ronquillo Antonio José Gordo. Juntos compartimos esta experiencia el primer año, haciendo muchos kilómetros pero gustosamente, pues el ambiete y la familia antoniana nos recibió de manera impresionante. Ese curso jugamos el primer derby en Lebrija despúes de la unión y posterior separación de clubes, el cuál fue uno de los partidos más bonitos que recuerdo en mi carrera deportiva, con ambiente más cercano a equipos de la Segunda División que de preferente. En lo deportivo salvamos la categoría de manera holgada y preparamos el equipo para aspirar a cotas más altas en la temporada siguiente.























La segunda temporada fue bastante mejor. La directiva estaba convencida de que el club tenía que estar en tercera división e hizo un esfuerzo, conformando un equipo competitivo para ello. De la mano de Antonio Gil, de fichajes contrastados como Rebolledo o Miguel Ángel, con promesas como Palacios y con una plantilla repleta de futbolistas lebrijanos como Paquito, Juanma, Kurro, Cárdenas, Castell, Fernando, Amarillo, Luis o el propio Añoño, el Atlético Antoniano logró el campeonato dos jornadas antes de acabar la liga y compitió en la liguilla de ascenso, aunque con equipos como el Córdoba B, el Recreativo de Huelva B y el Cádiz B. Una liguilla muy bonita pero dura, lo que hizo que finalmente no lográramos el ansiado ascenso y por ello decidí fichar por los Palacios y probar nuevamente en la categoría nacional antes de que fuera demasiado tarde.










Habiendo transcurrido ya más de dos décadas de aquellas temporadas, puedo decir que gracias al Atlético Antoniano creo en esos futbolistas que sin haberse criado en un club, puedan presumir de amor a unos colores, sentimiento del que muchos aficionados desconfían...






jueves, 14 de enero de 2016

UD TOMARES

Mi regreso a la categoría de Regional Preferente se produjo en un pueblo vecino, cerca de casa. Se trataba de un club recién ascendido pero con un proyecto ambicioso y con muchos buenos futbolistas que conocía de años anteriores. De la mano de Canito, la UD Tomares conformó un equipo de calidad que alcanzó el subcampeonato y jugó la liguilla de ascenso a la tercera división. En lo personal alcancé la cifra de los 30 goles y mi nombre volvió a sonar como antaño, lo que me posibilitó decidir dónde jugar la temporada siguiente. Todo ello gracias a compañeros como Javi Falcón, Paquito, Selu, Jacobo, Mimi, Agu, Oviedo, Carlitos o Abel.